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lunes, 12 de septiembre de 2011

The GUN 00

Una idea que tuve hace algún tiempo pero que no había tenido tiempo de ejecutar, actualmente es solo una maqueta, pero la idea es llevarlo a término, o por lo menos completar un compendio relativamente decente de mis trabajos.


Todos los comentarios son bienvenidos.
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lunes, 29 de agosto de 2011

La niebla


La grama húmeda bajo mis pies daba indicios de la última oleada de niebla que había pasado, hace frio, y el viento que azota las colinas dificulta ver donde estoy exactamente, el cómo llegue y que estoy haciendo no son hechos relevantes, y aunque lo fueran no habría forma de saberlo exactamente, estaba huyendo o simplemente caminando por el sendero para despejar la mente en una de esas tardes frías color sepia que desafían a la memoria y nos ven a la cara como insinuando ser ese momento en el tiempo donde nada parece importar y que la memoria disfruta diciendo que lo soñamos.

Recupero el paso y me alejo aún más de los últimos edificios que alcanzo a ver, trato de recordar donde comencé a caminar para tratar de orientarme, pero me doy cuenta de qué lo único que viene a mi mente es estar detrás de ese hospital maltrecho y aparentemente abandonado, todo cubierto de liquen y moho, y que ahora se ve tan distante y casi perdido en la cima de una de las innumerables colinas.

Entonces el horizonte comienza a volverse borroso, el frio antes tolerable comienza a entrar por las hendiduras de la ropa, la humedad aumenta y es imposible evitar el temblor en los labios, los dientes rechinantes aumentan gradualmente el ritmo, pronto me veo casi congelado tendido en la grama mientras la niebla comienza a cubrir todo mi alrededor, no puedo ver más a haya de unos pocos metros, las colinas, el camino, las nubes, todo se ha perdido en la densa y blanca/grisácea nube, pronto no podré ver ni mi mano, me acurruco en el suelo y tanteo el terreno de mi alrededor para tratar de orientarme, solo hay grama, grama húmeda, fría, abundante, entonces me topo con lo que parecen dedos, dedos de una mano pequeña, y la riza de un niño entre la niebla, la manito se suelta de mi mano y quedo de nuevo perdido sin orientación solo, completamente rodeado por la blancura de la niebla, el frio y la terrible sensación de estar perdido, de pronto no se escucha nada más que el viento.

Sigo buscando por el suelo hasta dar con un tipo de pasto grueso y húmedo, maltrecho y enredado, lo recorro con mis dedos, me topo con un hocico, o por lo menos algo que se le parece, dientes y ojos grandes, la niebla comienza a disiparse, reconozco de nuevo figuras, y me percato de que el pasto grueso y húmedo se ha transformado en el lomo de un perro, al que le sujeto la pata y se deja acariciar por mis tanteos a ciegas, jadeando, tranquilo echado a mi lado, me incorporo y la niebla ya casi se ha ido por completo, veo al dueño del perro viniendo por un pequeño sendero, un viejo de barbas largas, sonriente y con la mirada triste y cansada, me pregunta que hago aquí, y como no lo sé, no me queda más que mentir, le digo que andaba por aquí y decidí dar un paseo.

Le explico todo lo sucedido, le digo que no recuerdo como llegue, le pregunto por la risa del niño pequeño que oí entre la niebla, el viejo ríe y me dice que con un tono tranquilo, que aquí ya no vive nadie, más que él y su perro, que lo que oí fue probablemente el viento, pero muy en el fondo sé que había algo más en la niebla, pero debo volver a casa... Entonces despierto en mi habitación, con una extraña sensación de frio en el cuerpo, y las manos heladas, todavía con la sensación de la grama húmeda y el frio de haber estado perdido entre la niebla.

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domingo, 28 de agosto de 2011

La ciénaga


Estoy en medio de una ciénaga y alguien me dice que salte al agua… así es como comienza mi sueño, todo tiene este extraño tono azul como del atardecer en algunos días de invierno, hay pasto, mucho pasto y maleza, casi todo los alrededores están cubiertos de ellos, la figura ahora más alejada de la persona inciste a que me lance al agua.

Al principio dudo un poco, pero no tardo mucho en lanzarme, supongo que en algún momento debe uno enfrentar sus miedos, comienzo a nadar, lento y con dificultad, por momentos puedo verme nadando desde las profundidades del agua, como si me separara del cuerpo, pero sigo nadando y comienzo a ver siluetas, figuras humanas inertes regadas por todos los alrededores, flotando, y me pregunto qué putas estoy buscando en este pantano olvidado, lleno de cadáveres, entonces me doy cuenta que estoy buscando a una persona en particular, una mujer, un símbolo, un espanto, quien es todo lo que más he temido, y ahora la estoy buscando, nadando en una ciénaga con cadáveres, sin dirección cierta, solo el sonido del agua, y un extraño zumbido de los oídos.

Al cabo de un tiempo el zumbido se va haciendo cada vez más ensordecedor, caigo en ese estado de semiinconsciencia, ese maldito umbral entre el sueño y la realidad, donde la mierda que estas soñando te acosa en los rincones de la habitación, cierro los ojos y todavía oigo el zumbido, una parálisis mantiene al cuerpo contraído, como si cada musculo tratara de salir del trance, entonces logro reaccionar y seguir nadando, no me puedo despertar ahora, no cuando ya estoy cerca de verla, de por fin verle el rostro, solo unas brazadas más… pero entonces despierto, como siempre, el ataque de pánico por volver a la realidad, tarda un tiempo en desaparecer, me oriento, me enfoco en una idea, tratando de borrar lo vivido, tratando de minimizar el hecho, de olvidar lo que vi, el problema más grande de tener miedo y ser obsesivo es que el miedo esta en lo más profundo del subconsciente, donde lo irracional manda, supongo que solo tengo que descansar y esperar, esperar hasta que se repita mi sueño, entonces tal vez, y solo tal vez poder por fin verle la cara y superar el miedo.

Estoy obsesionado con lo macabro, por lo menos esa es una de las teorías de mi psiquiatra, no se tal vez no puedo lidiar con la idea de la muerte y el luto, tal vez solo es un mal recuerdo, una imagen distorsionada que ha ido ganando fuerza a través de los años descontextualizada hasta llegar a ser casi una fobia, no se, tal vez solo es que le doy muchas vueltas al asunto, de cualquier forma, los sueños no van a cesar, por lo menos no por ahora y para bien o para mal, se quedaran grabados en la memoria, como parte del imaginario, compartiendo espacio con la realidad brutal de nuestros días.

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jueves, 11 de agosto de 2011

Advertencia:

Los siguientes artículos de este blog estarán dedicados exclusivamente a los vampiros, por lo que me veo en la obligación recomendar cierta cautela y discreción del lector, se recomienda no leer este blog a personas impresionables o de tendencia marcadamente intolerantes. El propósito de este especial no es otro que de entretener y recomendar obras relacionadas a este tema, todos los comentarios son bienvenidos.

Carma Darkid [Carlos M. Ortells]


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martes, 6 de abril de 2010

La sensación de vacío en la degeneración postmoderna.


Es extraño pensar que somos una generación caracterizada por la búsqueda de un gran proyecto, una gran idea, un solo acto que defina nuestra vida.

No tenemos una lucha definida, nuestra gran decepción es producto de la nada, tenemos ambientes familiares de mierda que nos fuerzan a alejarnos, a ser egoístas, a velar por un futuro irracional y sin sentido, una casa, una familia, un trabajo de mierda en algo que no nos gusta, pero, ¿qué hay con mi futuro? ¿Qué hay con el futuro de los demás? la generación anterior tenia la guerra, nosotros no tenemos nada concreto, la supervivencia y la incertidumbre –tal vez–, la lucha constante contra nosotros mismos, el consumo extremo, la decepción de no lograr nada porque los esquemas de educación no funcionan, nosotros ya no aprendemos, se nos entrena, se nos condiciona a repetir, somos una sociedad basada en la repetición de esquemas y estereotipos, pequeñas hormiguitas trabajando hasta el cansancio, el análisis sistemático y repetitivo de la lucha de clases que se transmite de una generación a otra generación es solo un pretexto para no plantearnos soluciones, redundamos en los problemas y los consideramos irreconciliables los vemos como el monte Everest de la filosofía o simplemente nos conformamos con hacernos pasar por interesantes al plantear una discusión desfasada en una lucha sin cuartel citando autores con contradicciones irreconciliables, nos aterramos y solo podemos procrastinar al respecto, evadimos durante toda nuestra vida esa gran hazaña, no somos santos heroicos, no somos fornicadores casuales de las ultimas bancas de la iglesia, somos los hijos perdidos del tiempo, nuestra vida no importa, es medida por nuestra ingesta de alimentos por su contenido de calorías, y nos preguntamos todas las mañanas ¿y ahora que sigue? Pero nadie nos da una respuesta…

-no soy pesimista, es solo que estoy cansado.
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miércoles, 3 de febrero de 2010

Managua zombie city - part 1


Es de noche. Camino solo por las calles de Managua. A lo lejos se oyen, deambulando en la oscuridad, como sombras aguardando a su próxima víctima; puedo oírlos gritar y tratar de gesticular vocales. Me encuentro armado sólo con un revólver de bajo calibre, que robé de un cadáver; me apresuro a localizar una tienda de armas. La infección se ha propagado por todas partes, poco se sabe de la causa, pero algo es seguro: no puedes dejar que te muerdan. Una mordida y acabarás como uno más de las interminables hordas de zombis que ahora deambulan por las calles. Hace días que hemos perdido las comunicaciones, las últimas noticas no fueron nada alentadoras.

El brote comenzó hace una semana. Los síntomas aparecieron en sectores aislados de la ciudad, sin conexión aparente; una epidemia más en la larga lista de desastres naturales. Los hospitales, abarrotados todavía por los estragos de la gripe, no dan abasto con sus pequeñas zonas de cuarentena; uno a uno los primeros infectados van muriendo y son tratados como siempre, por el procedimiento estándar. Cómo sé esto… lo sé porque era periodista antes de que el mundo se fuera a la mierda y nos convirtiéramos en la tierra de los muertos. El tercer mundo ahora es problema de todos; hay rumores de que la infección se está expandiendo hacia otros países.

Pero debo concentrarme, las calles no eran seguras antes y no lo son ahora. Debo encontrar refugio…

Carlos M. Ortells [Carma Darkid]
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lunes, 1 de febrero de 2010

Advertencia:

Los siguientes artículos de este blog estarán dedicados exclusivamente a los zombis (a diferencia de los anteriores, que poseían un carácter más bien libre), por lo que me veo en la obligación de recomendar cierta cautela y discreción del lector. Se recomienda no leer este blog a personas impresionables o de tendencia marcadamente intolerantes. El propósito de este especial no es otro que el de entretener y recomendar obras (ya sea libros, cómics, películas y juegos) relacionadas con este tema. Todos los comentarios son bienvenidos.

Carlos M. Ortells [Carma Darkid]

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domingo, 10 de enero de 2010

Manual para la desconexión tecnológica temporal


—perpetrado por una mente hiperactiva y ansiosa… paranoica sería la palabra apropiada—

Apaga el celular, la computadora y todo medio electrónico que afecte o reprima la concentración de lo que es importante. Ninguna sustancia química es permitida las primeras horas del viaje. La ansiedad crece mientras nos acercamos a la playa del Ostional; bellas e interminables playas llenas de vida. Luego de superar la necesidad de ver la hora, el viaje realmente comienza.

Toma un baño en la playa, no te restrinjas por los cánones estéticos irrelevantes que aquejan a la sociedad post-post-post-moderna que manifiesta sus engaños por los medios de información masivos.

Come algo, enciende una fogata, descansa. Deja de pensar en el correo que no pusiste, el trabajo va a estar ahí cuando vuelvas. Duerme un rato. No entres al agua por lo menos durante media hora después de comer, debes sobrevivir a este mágico lugar.

Sé precavido, respeta el orden establecido, los patrones culturales. Mi cultura y la tuya y la de cualquier persona son diferentes.

Sigue así y casi lo logras. Debes lograr vencer la inminente necesidad de decirle al mundo que estás bien y que no se preocupen. Trata de ser menos paranoico, todo va a salir bien, es un estupendo viaje. No olvides visitar el baño regularmente, cuidar el cuerpo siempre es importante. Relájate, ya casi estás desconectado. Faltan pocas horas para el atardecer.

Espera la noche, habla, comparte. Disfruta bebidas y comidas permitidas desde ya hace unas horas. Disfruta el atardecer. Si estás en la costa del Pacífico, verás el sol caer en el agua y hundirse como un coloso de fuego que cambia de jornada laboral con la luna. Si estás en el Atlántico, verás el mismo sol caer por las montañas. No te preocupes, relájate, ya estás desconectado. Si no es así, repite el viaje y varía el orden, las locaciones, las comidas, las drogas legales o ilegales, cambia los ritmos, pero procura descansar. El mundo seguirá siendo el mismo cuando vuelvas.

No viajes solo.

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